Edad Moderna

Para principios del siglo XX fue patentada la primera lata de aerosol con válvula, que fue la base de todos los aerosoles modernos. Ganó popularidad por su facilidad de uso y los beneficios que aportaba en todos los sectores.

Los orígenes del aerosol se remontan a finales del siglo XVIII, cuando se crearon bebidas carbonatadas presurizadas en Francia, y unas décadas más tardes apareció el sifón de soda para, a mediados de 1800, ser creadas las primeras latas de metal con la capacidad de pulverizar su contenido.

Estas latas eran demasiado grandes como para tener algún tipo de éxito comercial, sin embargo sirvieron como inspiración para Pertsch y Helbling, quienes en 1899 crearon los primeros aerosoles presurizados, y estos utilizaban cloruro de etilo, junto con cloruro de metilo, para propulsar el contenido.
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